La oruga procesionaria

24/02/2017

Es posible que más de una vez hayamos oído hablar de la plaga de la oruga procesionaria cuando se acerca el final del invierno. Pues bien, aprovechando la subida de las temperaturas comienzan a aparecer estos insectos por campos y parques, y a pesar de su apariencia, se trata de un insecto altamente peligroso principalmente para niños y animales de compañía. Por lo que se antoja importante evitar el contacto con estos insectos y en la medida de los posible desinsectar las zonas con un elevado número de estos, ya que pueden hacer enfermar de gravedad a quien las toque.

 

La gravedad a la que se exponen los niños con la presencia de estas orugas radica en el hecho de que poseen unos pelos finos donde ocultan su veneno llegando a producir reacciones alérgicas fuertes y urticarias. En cambio, ciertas mascotas de compañía como perros y gatos son especialmente vulnerables, ya que a veces son capaces de tragarse estos insectos y con ellos el tóxico del insecto, pudiendo llegar a producirse necrosis en garganta y lengua.

 

Además, si los pelillos que expulsan estas orugas entran en contacto con los ojos o mucosas de los animales pueden provocar sensación de picor, urticaria y/o quemazón. Es importante saber ver el problema a tiempo y tratarlo con expertos para evitar este tipo de incidencias que pueden darse tanto en espacios abiertos cómo en jardines de casas.

 

Estos síntomas los podemos detectar en nuestras mascotas al empezar a babear y rascarse la boca, al ver la piel dañada o incluso aparición de ampollas. Podemos remediar esto, siempre y principalmente acudiendo a una clínica veterinaria, y en caso de no existir esa posibilidad lavando la zona con agua para intentar hacer que el tóxico se diluya.

 

Esta oruga toma el nombre de procesionaria debido a la forma en la que suelen aparecer, siempre unida una tras de otra en fila a modo de procesión. Su principal ubicación son los pinos, por este motivo también la conocemos por el nombre de procesionaria de los pinos. Suelen instalarse en zonas elevadas en forma de bolsones de color blanco de grandes dimensiones cuando son larvas. Motivos para llamar la atención tanto a los más pequeños y a los animales. Ante esto es importante prevenir a los más pequeños y para evitar que esto se produzca tratarlo mediante profesionales o un centro de desinsectación.

 

Estas larvas aparecen durante el primer cuatrimestre del año, entre enero y abril, y predominan justo cuando empiezan a subir las temperaturas, aunque siempre depende de la zona de España" ya que en comunidades autónomas como Andalucía suelen aparecer antes. Además, de los animales y niños también suelen producir daños en los árboles que las albergan para alimentarse. En caso de pisarlas, con calzado, aún existe un riesgo añadido arrastrarías en tus zapatos los filamentos venenosos con el peligro que esos supone.

 

Por todo ello, es necesario al ver el más mínimo síntoma de la presencia de estas orugas, en jardines, árboles, parques o terrenos cercanos a los que se puedan exponer personas y/o animales, avisar a un especialista para fumigar o desinsectar la zona antes de proceder a hacer cualquier remedio casero. En este sentido, también debemos evitar en la medida de lo posible el contacto con la piel, tejidos y calzado que puedan arrastrar y/o desplazar el veneno consigo a otros lugares.

 

Fuente: http://www.hoy.es